Hace tiempo que quería hacer estas galletas de té rizadas, en mi casa gustan mucho, y hasta ahora siempre las comprábamos hechas, ya sabéis, las típicas que vienen en una lata todas bien colocaditas en papeles de magdalenas, y que siempre se acaban las mismas, en nuestro caso las rizaditas.
Son muy sencillas de hacer, y verdaderamente están buenísimas.
Para estas galletas de té rizadas o de mantequilla, e usado una mantequilla de buena calidad, la mantequilla Imperial, que por cierto, también viene en lata para conservar su sabor y aroma, como las galletitas preferidas en casa.
Para unas 50 Ud.
250 grs. de mantequilla Imperial sin sal a temperatura ambiente
100 grs. de azúcar glass tamizada
1 huevo grande
340 grs. de harina tamizada
1 tapón de esencia de vainilla
Preparación
Precalentamos el horno a 170 º.
En un bol, batimos un poco la mantequilla con una batidora de varillas, y vamos añadiendo el azúcar y batiendo hasta lograr una textura sedosa y fina, veremos que trabajar con esta mantequilla es muy fácil, tiene una textura muy cremosa.
Añadimos la esencia de vainilla y seguimos batiendo, también agregamos el huevo sin dejar de batir y lo integramos bien.
Ahora cambiamos las varillas por una espátula y añadimos la harina, la mezclamos con suavidad hasta conseguir una masa bien homogénea.
Echamos la masa en una manga pastelera, (puedes ponerle un adaptador de boquillas, si vas a utilizar varias boquillas, La 4B, 2D, 1M de Wilton…esto a nuestra elección, a mi particularmente me ha gustado como quedan de rizadas con la 4 B de Wilton).
No la llenamos demasiado la manga pastelera, para que nos sea más fácil trabajar con ella, ya que la masa tiene bastante consistencia.
Empezamos a hacer nuestras galletas de té rizadas, para ello ponemos encima de la bandeja de horno un papel de hornear, y empezamos a “Escudillar”, creo que es el término culinario ¿No?, vamos, que comenzamos a verter la masa y a dar formita a nuestras galletas.
Las podemos hacer en forma de Herradura, de eses, de palos, de concha, de botones con guinda o con fruta escarchada, de corazón, redondas, algunas espolvoreadas con azúcar…etc.
Las horneamos entre 10-12 minutos, mejor estar atentos a partir de los 10 minutos y en cuanto se doren las esquinas las sacamos y las ponemos encima de la rejilla para que se enfríen. Pueden dar una sensación de estar tiernas, pero luego ya endurecen.
Una vez frías, podemos sumergir las puntas en un bol de chocolate derretido. O fundiendo chocolate y metiéndolo en una manga pastelera sin boquilla, formamos unos hilos de chocolate sobre las pastas…
Ya están listas para comer, ¿Cual será la última en acabarse?
Hola, que buena pinta tienen las pastas! Y la mantequilla imperial tiene que haberles dado un sabor buenísimo, pues es una mantequilla de gran personalidad. Trabajo en un tienda gourmet de Asturias y muchos clientes vienen preguntando por ella por su sabor y textura. ¿Podrías enviarme unas pastas para merendar? jiji. Un abrazo.